La infertilidad masculina suele estar relacionada con la mala calidad del semen, que depende de tres factores clave: el recuento, la movilidad y la morfología de los espermatozoides. Éstos determinan la eficacia con que los espermatozoides pueden alcanzar y fecundar un óvulo.
Aunque la genética puede desempeñar un papel, el estilo de vida y los factores ambientales tienen un gran impacto en la salud del esperma. A continuación se exponen las influencias más importantes y los pasos prácticos para ayudarte a mejorar la calidad del semen.
Un estilo de vida sano empieza por lo que comes. Las investigaciones demuestran que la obesidad y las dietas poco saludables pueden reducir la fertilidad, por lo que es crucial mantener una dieta equilibrada y un peso saludable.
Incluye muchos alimentos ricos en antioxidantes que protejan al esperma de los daños:
El alcohol y el tabaco introducen toxinas que perjudican la producción de esperma. Reducirlo o dejarlo puede suponer una diferencia notable.
Los estudios demuestran que los hombres que evitan fumar y limitan el alcohol tienden a tener espermatozoides más sanos, con mejor movilidad y más longevos.
La actividad física moderada favorece la fertilidad al mejorar el equilibrio hormonal y la calidad general del esperma.
Según la Universidad de Córdoba, los hombres que hacen ejercicio moderado tienen parámetros espermáticos significativamente mejores que los sedentarios.
Evita los entrenamientos extremos o de alta intensidad, ya que pueden reducir el recuento y la calidad del esperma.
Llevar ropa ajustada aumenta la temperatura escrotal, lo que puede alterar la producción de esperma.
Opta por ropa interior y pantalones más holgados para ayudar a mantener una temperatura óptima para el desarrollo del esperma.
La exposición frecuente al calor y a los dispositivos electrónicos puede dañar los espermatozoides.
Evita colocar los ordenadores portátiles sobre el regazo y no guardes los teléfonos móviles en los bolsillos delanteros. El exceso de calor alrededor de los testículos puede reducir la motilidad y la función de los espermatozoides.
El estrés crónico afecta a las hormonas que regulan la producción de esperma. Para reducir los niveles de estrés, prueba
Reducir el estrés no sólo ayuda a la fertilidad, sino que también favorece el bienestar general.
Los periodos prolongados de abstinencia pueden reducir la calidad del esperma.
La eyaculación regular ayuda a mantener el esperma fresco y funcional, lo que puede aumentar las posibilidades de concebir con éxito.
Mejorar la fertilidad masculina suele empezar con pequeños cambios constantes en tu estilo de vida.
Siguiendo estos pasos, puedes mejorar la calidad de tu semen y tu salud reproductiva en general.
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