Una consulta de fertilidad suele incluir:
Una revisión exhaustiva del historial médico de ambos miembros de la pareja, incluidos los factores relacionados con el estilo de vida y los antecedentes familiares.
Pruebas diagnósticas, que pueden incluir análisis de sangre para determinar los niveles hormonales, ecografías para evaluar la salud reproductiva y
análisis de semen para el varón.
Discusión de las opciones de tratamiento disponibles y sus
tasas de éxito, adaptadas a la situación específica de la pareja.
Orientación sobre consideraciones económicas, incluida la cobertura del seguro y los planes de pago disponibles.
Introducción a los recursos de apoyo, incluidos los servicios de asesoramiento para gestionar el estrés emocional de la infertilidad.